Capítulo 2
Versículo 3
El séptimo día, Dios no descansó, como todo el mundo cree, sino que creó al currante para que empezara a trabajar, muy de mañanita, al día siguiente, lunes.
Versículo 4
Dios no creó al currante a imagen y semejanza suya, sino que lo hizo sufrido, feo, necio y abundante.
Versículo 5
Sufrido lo creó y recio para soportar el trabajo propio y el ajeno, la fatiga y la renuncia de sí mismo.
Versículo 6
Feo lo creó y de basta hechura para que nadie se fijara en su dolor y para que él mismo no se tuviese en aprecio.
Versículo 7
Necio lo creó e ignorante para que no conociera su triste suerte y, si por obvia le fuera imposible desconocerla, no supiera jamás el modo de salir de ella.
Versículo 8
Abundante lo creó y prolífico para que en lugar alguno del orbe quedare la orden de un patrón sin obedecer ni el capricho de un rico sin satisfacer.
Versículo 9
Y así se hizo, según su voluntad, que no ha cambiado hasta la fecha desde el principio de los tiempos.
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